KPIs que lucen bien en PowerPoint pero no sirven para decidir.
Hay indicadores que lucen bien, pero no sirven para decidir. En este post exploramos cómo identificar KPIs estratégicos, evitar métricas decorativas y enfocar la medición en lo que realmente impulsa decisiones en supply chain.

Los indicadores están por todas partes. Dashboards interactivos, reportes semanales, termómetros, colores, flechas, semáforos.
Y sin embargo, en muchas empresas, nadie toma decisiones con ellos.
Se presentan, se aplauden, se archivan. Hasta la próxima reunión.
El KPI decorativo: cuando medir se vuelve postureo
Hay KPIs que existen solo porque suena profesional tenerlos.
El “nivel de cumplimiento”, el “índice de satisfacción interna”, el “score de algo”.
Están siempre en verde. Se mantienen estables. Lucen bien en un PowerPoint.
Pero no tienen ningún impacto en la operación real.
No generan conversación. No provocan decisiones. No despiertan alertas.
Entonces, ¿para qué están?
¿Por qué acumulamos métricas inútiles?
- Porque se heredan sin revisar
“Siempre hemos medido esto” no es una razón para seguir midiéndolo. - Porque confunden visibilidad con control
Ver más no significa entender mejor. Muchos KPIs solo aumentan el ruido. - Porque son fáciles de “mostrar” aunque no se usen
Algunos indicadores existen solo para validar una narrativa.
Cómo saber si tu KPI sirve de verdad
Un KPI estratégico cumple 3 condiciones:
- Es relevante para el negocio: se conecta con un objetivo concreto.
- Es accionable: si cambia, sabes qué hacer.
- Provoca conversación: genera decisiones, preguntas o escalamiento.
Si no cumple ninguna… probablemente es solo decorativo.
Medir bien es más difícil, pero más útil
El desafío no es tener más indicadores, sino tener los justos y necesarios.
Medir lo que incomoda. Lo que cambia. Lo que puede fallar.
En supply chain, medir lo obvio es fácil.
Medir lo que duele —los quiebres evitables, el exceso silencioso, la demora real del cliente— es lo que te diferencia.
En Fase Cero creemos que los KPIs no son para la foto. Son para decidir.
Porque una métrica bien diseñada no adorna. Incómoda. Y eso está bien.