Lo que nadie te dice del fill rate
El fill rate es uno de los indicadores más usados en logística, pero también uno de los más malinterpretados. Este artículo explica sus límites, peligros y cómo complementarlo para tomar decisiones más inteligentes.

En muchas empresas, el fill rate es tratado como el rey de los KPIs logísticos.
Lo ves en el dashboard central, en la reunión de cierre de mes, en el incentivo del equipo.
Y sin embargo, hay algo que rara vez se dice:
El fill rate puede estar en verde… y el negocio en rojo.
El KPI que tranquiliza… pero no explica
Fill rate mide cuántas órdenes completas logras despachar. Pero no te dice:
- Si las órdenes eran importantes
- Si las cantidades eran las correctas
- Si lo que no se despachó era crítico
- Ni cuánto te costó llenar lo que llenaste
Un 98% global puede esconder un 60% en los ítems sensibles.
Y un 90% puede sonar bien… si no sabes que el 10% faltante eran tus top 10 ventas.
Tres verdades incómodas sobre el fill rate
- No vale lo mismo para todos los productos
Llenar stock muerto aporta al KPI… pero no al negocio. - No refleja la percepción del cliente
Una sola falla en un ítem clave puede ser más grave que 50 aciertos invisibles. - Puede incentivar malas decisiones
Obsesionarse con el fill rate lleva a sobrestock, compras innecesarias y foco en “llenar” más que en servir.
¿Qué deberías medir además?
- Fill rate por categoría crítica
- Fill rate ponderado por valor de venta o rotación
- Tasa de quiebres evitables (con stock en red)
- Impacto comercial de las no disponibilidades
El KPI útil es el que incomoda
No se trata de eliminar el fill rate, sino de entender su contexto y límites.
Un buen indicador te obliga a actuar con más criterio, no menos.
En Fase Cero usamos KPIs como herramientas, no como trofeos.
Porque lo que no se mide bien, se gestiona peor.
Y lo que se maquilla, termina costando caro.